Se conoce al cistocele por varios nombres como prolapso anterior o vejiga prolapsada. Se trata de una patología cuyos factores de riesgo son, entre otros, la multiparidad (tener más de dos hijos). Más frecuente en menopausia. Se relaciona, además, con cierto componente genético relacionado con debilidad de la musculatura del suelo pélvico. Se produce cuando la vejiga sobresale de su ubicación normal ocupando un espacio más allá de su límite. En la exploración se pone de manifiesto un abombamiento de la cara anterior de la vagina debido, precisamente, a esa debilidad de la musculatura del suelo pélvico nombrada anteriormente.
¿Cómo se produce el cistocele?
El cistocele se puede manifestar en varios grados según su importancia. Por regla general, una mujer diagnosticada con prolapso anterior leve no suele requerir intervención quirúrgica. Sin embargo, en algunos casos la gravedad de la enfermedad obliga a la reconstrucción parcial para devolver a la vejiga a su lugar de origen.
Existe una relación directa de causas que podrían provocar el cistocele de las que podemos destacar:
- El hecho de haber dado a luz por vía vaginal (a mayor parto de número de partos vaginales, mayor riesgo)
- El sobrepeso
- El estreñimiento
- Levantamiento de cosas pesadas, de forma prolongado durante un largo periodo de tiempo.
Aunque hay muchas mujeres que a lo largo de su vida no llegan si quiera a presentar signos, estos son algunos de los síntomas a tener en cuenta en la detección del cistocele:
- Pesadez pélvica
- Detectar algún bulto en la vagina
- Orinar más de lo normal con urgencia
- El estreñimiento
- Sensación de dolor o molestia durante el sexo
- Dificultad en la colocación del tampón
- Pérdida de orina involuntaria
En cuanto al diagnóstico de la misma, suele ser evaluada tras un examen pélvico en el que el médico va a tratar de simular alguna circunstancia en la que se manifieste algunos de los síntomas antes citados. Incluso podrá pedirte que contraigas los músculos del suelo pélvico como si cortases la orina. Para conocer el grado de afectación también se te puede requerir contestar a un cuestionario.
¿Cómo se puede evitar el cistocele?
El cistocele se puede evitar acudiendo a revisiones periódicas a partir de los 45 años, al menos para detectarlo de forma precoz. Además, existen una serie de medidas favorables en cuanto a su prevención:
- Mantener una dieta equilibrada. el sobrepeso o la obesidad son factores de riesgo en la aparición del prolapso anterior. Por tanto si adoptas un estilo de vida saludable de comida y ejercicio físico favorecerás la prevención de esta patología. Si mantienes una dieta equilibrada evitarás otra de las posibles causas de deterioro de la musculatura de la vejiga: el estreñimiento.
- Fortalece la musculatura del suelo pélvico con ejercicios dirigidos a ello. Existen fisioterapeutas especializados en suelo pélvico que pueden ayudarte en este punto.