La mujer, a lo largo de su vida, puede padecer diversos problemas ginecológicos que pueden afectar al útero, los ovarios, la vagina o las mamas entre otras áreas del sistema reproductor femenino. Es importante realizarse revisiones periódicas y conocer las afecciones más frecuentes y sus síntomas para evitar que los problemas del sistema reproductor, que pueden ser muy delicados, se compliquen.

Entre los problemas ginecológicos más comunes padecidos por las mujeres encontramos las alteraciones de la regla, las infecciones vaginales y quistes ováricos. El cáncer de cuello de útero y de mama son dos afecciones a las que es muy importante prestar atención y detectar sus síntomas precozmente.

El ciclo menstrual, que normalmente se presenta cada 28 días, puede presentar trastornos en cuanto a la regularidad, la cantidad de sangrado y los dolores asociados a la regla. Cuando se presenten alguno de estos síntomas es recomendable consultar con el ginecólogo para descartar alteraciones hormonales, lesiones de cuello uterino u otras dolencias.

Otro problema ginecológico bastante común, son las infecciones vaginales que se presentan con síntomas como las secreciones anormales, ardor, irritación o picazón. Si se presenta alguno de estos síntomas es necesario consultar al médico para determinar el tratamiento. La candidiasis es una de las infecciones vaginales más frecuentes y afecta a 3 de cada 4 mujeres al menos una vez en la vida.

Los quistes ováricos son un problema ginecológico que aparece con frecuencia en las mujeres. Lo habitual es que sean benignos y no presenten síntomas más allá del dolor abdominal. Es importante hacerles seguimiento con ecografías para controlar su crecimiento y llegado el caso, pueden extirparse mediante cirugía.

En cuanto al cáncer, son dos los tipos que presentan mayor incidencia en las mujeres, el cáncer de cuello uterino y el cáncer de mama y constituyen uno de los problemas ginecológicos a los que prestar más atención. El primero, también conocido como cáncer de cérvix, está causado, en la mayoría de los casos, por el virus del papiloma humano (VPH) que se transmite por contacto sexual. El cáncer de mama puede detectarse tempranamente a través mamografías, que se recomiendan realizar periódicamente cada 1 o 2 años a partir de los 40 años de la mujer.

Ante cualquier síntoma o sospecha de problemas ginecológicos la mejor medida que podemos tomar es consultar con un especialista.

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