Las futuras mamás que acuden a nuestra consulta, a menudo, nos hacen consultas prenatales del tipo: ¿cómo será el parto?, ¿me dolerá?, ¿epidural sí o no?, etc. Nuestro equipo siempre le aconseja que la mejor decisión es la que la embarazada tome. Es cierto que los avances de la medicina han aportado mucho a la salud y a la paliación del dolor pero, ¿es bueno usar la epidural en las embarazadas?
Este tipo de anestesia genera muchas dudas, incluso hay expertos que no están de acuerdo. Antes de tomar una decisión, te explicamos las ventajas e inconvenientes de usar la epidural durante el alumbramiento del bebé. En cualquier caso, no dudes en consultar con nuestro equipo todas las dudas y dejar claro cuáles son tus preferencias al respecto.
Ventajas del uso de la epidural:
- Alivia el dolor de la parturienta por completo, permitiéndole contar con plenas facultades mentales.
- Si el parto se complica y se requieren fórceps o realizar una episotomía, la anestesia evita el uso de otro anestésico.
- También permite la participación de la futura mamá en caso de necesitar una cesárea.
- Al estar más relajada, los pulmones se relajan y facilitan la respiración por lo que permite llevar el proceso de dilatación y parto de forma tranquila.
- Reduce la actividad muscular de los miembros inferiores, lo que beneficia a las mujeres con diabetes y les permite optimizar sus necesidades de insulina y glucosa en sangre.
- Suele ralentizar el parto, que en ocasiones es útil.
- Una vez puesto el catéter epidural de forma adecuada, no es necesario volverlo a colocar. Se puede poner más medicación en caso del que el efecto analgésico pase y aún no se haya producido el parto
Desventajas del uso de epidural:
- Su uso implica el abandono de parto natural y desde el momento en que se use, el parto comienza a ser manipulado médicamente. Es importante, tener este punto claro.
- Uno de los pocos efectos secundarios es el dolor de cabeza que puede producirse en ocasiones.
- Al ralentizar, hay más probabilidades de intervención por parte de profesionales pues se pierde la sensación de pujo y hacia dónde dirigir el “empujón”.
- Puede producir mareos y náuseas, generalmente pasajeros, debido al descenso de la presión sanguínea.
- No todas las epidurales son eficaces.
Una vez dicho esto, ¡no te olvides de que tuya es la última palabra!